¿Sabes que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el desperdicio de alimentos supone cada año una tercera parte del total que producimos? Es decir, 1’3 millones de toneladas de comida: suficiente para alimentar a dos mil millones de personas.
Sí, las cifras son alarmantes. Sin embargo, aportar nuestro granito de arena para cambiarlas ¡es mucho más fácil de lo que piensas! Si quieres descubrir lo que tienes que hacer para ayudar, ¡sigue leyendo!
¿Cómo puedo reducir el desperdicio de alimentos?
Nos referimos al desperdicio de alimentos para hablar de la disminución de la cantidad o calidad de la comida como resultado de las acciones humanos. Hablamos no solo de tirar alimentos que se nos hacen malos, sino también de calcular mal la cantidad que vamos a ingerir, no comprar ciertos productos porque su aspecto no nos gusta, estropearlos una vez adquiridos… Para evitar echar a perder toda esta comida lo mejor es seguir estas sencillas recomendaciones:
Planifica tu menú semanal
Saca diez minutos cada domingo para planificar tus comidas para la semana. Así comprarás solo lo que necesitas y solo la cantidad necesaria de cada ingrediente y no llenarás la nevera con alimentos que no consumirás.
Almacena la comida adecuadamente
Sé cuidadoso a la hora de guardar tus alimentos para que no se estropeen. Consulta las etiquetas para saber cómo y dónde debes almacenarlos y, una vez abiertos los envases, asegúrate de conservarlos en recipientes correctos.
No sirvas porciones gigantes
Si las raciones que ofreces a tus comensales son enormes, seguramente sobrará mucha comida. ¡Modérate!
Compra los alimentos ‘feos’
Cuando vamos al supermercado tendemos a elegir manzanas brillantes, hortalizas sin una sola hoja mustia, setas perfectas… por eso, los alimentos con defectos suelen terminar en la basura, ya que nadie los compra. Sin embargo, estos productos son igual de buenos que el resto así que ¡llévatelos!
Entiende las etiquetas
Esto es muy importante, ya que a menudo tiramos comida porque confundimos la etiqueta “consumir antes de”, que indica la fecha límite para tomar un alimento sin riesgo, con la etiqueta “consumir preferentemente antes de”, que significa que la calidad del alimento es mejor antes de esa fecha, pero sigue siendo seguro para el consumo después.
Ahora que ya lo sabes, incorpora estos sencillísimos hábitos a tu día a día y ¡ayúdanos a frenar el desperdicio de alimentos!