¿Has pensado alguna vez cómo será el mundo del futuro? Lo cierto es que, hasta ahora, las expectativas no han sido muy alentadoras: el calentamiento global, la contaminación, la deforestación, la sobrepesca… han comprometido el futuro del planeta y de la vida en él durante décadas.
Pero que no cunda el pánico porque ¡aún estamos a tiempo de revertir esta situación! ¿Cómo? Apostando por un sistema alimentario sostenible. A continuación te explicamos por qué: ¡lee con atención!
Definición de sistema alimentario sostenible
Un sistema alimentario sostenible es aquel que proporciona comida saludable a todas las personas y que, a la vez, crea condiciones ambientales y socioeconómicas capaces de cubrir las necesidades del presente sin comprometer las del futuro.
La idea de un sistema alimentario sostenible, por lo tanto, es garantizar la seguridad alimentaria global, o sea, el acceso a comida saludable, de toda la población, al tiempo que los recursos se utilizan de forma consciente para no agotarlos ni estropearlos.
Para ello, todo sistema alimentario sostenible debe englobar:
- Todos los actores, recursos, procesos y actividades relacionadas con la producción, distribución y consumo de alimentos
- Todas las consecuencias sociales, económicas y ambientales de esas actividades.
Beneficios de implantar un sistema alimentario sostenible
Como ves, un sistema alimentario sostenible aseguraría el desarrollo y la vida en la Tierra tanto de nuestra generación como de aquellas que están por venir. Pero, ¿por qué? Veámoslo:
- En primer lugar, reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera para frenar y revertir el cambio climático.
- En segundo lugar permitiría recuperar los suelos degradados para la reforestación.
- Los sistemas alimentarios sostenibles también reducirían el estrés hídrico que sufre el planeta.
- Además, gracias a la protección de la naturaleza y el medio ambiente, se protegería la biodiversidad y el equilibrio natural.
- Por otra parte, se reduciría el desperdicio y la pérdida de comida y las consecuencias económicas y ambientales del mismo.
- Así mismo, se aseguraría el derecho de la población mundial a acceder a alimentos saludables que preserven su salud y por los que no deberían pagar más.
- Del mismo modo, un sistema alimentario sostenible podría recuperar los sistemas pesqueros.
- Por último, protegería a los trabajadores que trabajan en la producción y venta de productos alimenticios para que su estilo de vida estuviera protegido y fuera ecológico.
En definitiva, los sistemas alimentarios sostenibles son una alternativa de futuro por la que la sociedad debería apostar. Y tú, ¿crees que se implantarán pronto?