¿Sabías que la mayoría de las compras que realizamos al año son inconscientes? Esto significa que compramos por comprar, sin plantearnos qué es lo que estamos adquiriendo y si realmente nos servirá. Esto tiene graves efectos no solo sobre nuestro bolsillo, sino también sobre el medio ambiente e incluso sobre nuestra salud. Por eso, es hora de pasarse a la compra consciente, es decir, al consumo responsable. ¿Quieres saber cómo? ¡Sigue leyendo!
¿Cómo puedo empezar a comprar de forma consciente?
Para empezar a comprar de forma consciente basta con seguir estos sencillos trucos:
Cuando veas un chollo, piensa
¿Realmente lo necesito? ¿Necesito un móvil nuevo cuando el que tienes aún funciona? ¿Voy a utilizar esos zapatos que cuestan la mitad o van a quedarse siempre en el armario? ¿Consumiré todos los productos que he comprado de oferta antes de que caduquen? Sé consciente de que para producir todos esos artículos que ni siquiera necesitas se gastan recursos naturales, las industrias contaminan el medio ambiente y, además, pagas un dinero que podrías ahorrar. Por eso, si no te hace falta, no lo compres.
Haz lista de la compra
Escribe una lista de cosas que realmente necesites comprar y cíñete a ella. Así evitarás almacenar productos innecesarios o alimentos que se te pasarán antes de que puedas gastarlos.
Compra productos de temporada y cercanía
para que esos productos que no son de temporada estén en las estanterías de los supermercados todo el año se han tenido que invertir muchos recursos naturales y gran cantidad de energía, y muchos se han tenido que transportar desde el otro lado del mundo, contaminando el ambiente a su paso. Por eso, ¡elige productos de temporada y cercanía!
Reduce el consumo de embalajes
Por ejemplo, en lugar de pedir bolsas de plástico cada vez que vayas a comprar, hazte con un par de bolsas de tela que puedas reutilizar, compra frutas y verduras sueltas en vez de cubiertas de plástico, coloca varios productos en la misma bolsa…
Plantéate el por qué
¿Cómo es posible que unos vaqueros cuesten un euro? ¿De qué están hechos esos bollos para costar solo 20 céntimos? Este tipo de preguntas te ayudarán a decidir si realmente quieres comprar y consumir productos de bajísima calidad que pueden afectar a tu salud y que seguramente están producidos con grandes costes ambientales y a costa de los derechos humanos.
Así, poco a poco irás acostumbrándote a pensar en lo que compras y a elegir teniendo en cuenta el medio ambiente, tu salud y tu bolsillo. ¿Te unes a nuestro reto de comparar de manera consciente?