Tú eres el que mejor puede cambiar el riesgo de enfermedad vascular

Vaya por delante que no pretendo hacer de menos, todo lo contrario, la labor que miles de profesionales sanitarios hacen por la salud de la ciudadanía.

Pero hay dos circunstancias que están demasiado asumidas por la población general, y que al mismo tiempo son poco acertadas, por no decir totalmente incorrectas. A saber:

  • El empezar a cuidarse o a tomarse las cosas “en serio” solo cuando el asunto de la salud se ha torcido de forma visible, a veces incluso de manera dramática. Es decir, ante el diagnóstico o ante un accidente vascular.
  • El hacer descansar en los profesionales sanitarios, típicamente en los de la medicina, la responsabilidad de un tratamiento que, sí o sí, tiene que pasar por la intervención farmacológica. Máxime cuando a dicho tratamiento se le traslada la mayor importancia.

El “más vale prevenir que curar” es la clave antes…

La prevención primaria es aquella en la que la intervención tiene lugar antes de que se produzca la enfermedad y cuyo objetivo principal es el de impedir o retrasar la aparición de la misma.

En esas circunstancias cada persona es el principal responsable de tomar las medidas que mejor van a disminuir el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. 

Así, las mejores recomendaciones para todo el mundo ya sea para prevenir como ante la presencia del diagnóstico de la enfermedad cardiovascular son:

  • Dejar de fumar.
  • Seguir un patrón de alimentación saludable. Sí, ya sé que decir esto y nada es lo mismo, pero por eso tienes a tu disposición algunas entradas en este blog con las guías de alimentación más destacadas, por ejemplo, en este enlace y en este otro.
  • Mantener un estilo de vida activo adaptado a las circunstancias y posibilidades de cada persona (por su edad, condición física, etcétera).

E incluso después del diagnóstico

Si al final, por las causas que sean, alguien cuenta con el diagnóstico de enfermedad vascular y es probable que reciba algún tratamiento farmacológico los tres puntos anteriores siguen siendo indispensables.

Es decir, de nada sirve usar agua (que en este caso sería el fármaco) para apagar un incendio (en el ejemplo, la enfermedad) si al mismo tiempo se está echando gasolina (es decir, se están siguiendo con los malos hábitos de vida).

En estas circunstancias es necesario ponerse en manos de profesionales sanitarios y hacerles caso. Pero no solo en lo referente a los posibles fármacos que se receten, sino también en referencia a los hábitos de vida que nos aconsejen que, por otra parte, serán idénticos o muy parecidos a los ya comentados. Y todo ello con independencia de la insistencia que hagan os profesionales sanitarios.

Me explico. Es muy fácil trasladarle mucha importancia a “una pastilla”, sin embargo, la reconducción de los hábitos de vida es algo que suele recibir muy poca atención en el marco de una consulta. Es habitual que menos que la que debiera.

Herramientas para conocer tu riesgo cardiovascular más allá del colesterol

Al valor del colesterol en sangre se le ha trasladado un papel destacado a la hora de indicar el riesgo cardiovascular.

Y si bien es cierto, a día de hoy tenemos la certeza que se le ha dado más importancia que la que merece. ¡Ojo! Que no digo que no la tenga, sí que su papel no es tan relevante y que al mismo tiempo que la colesterolemia hay que valorar otras circunstancias.

Esas otras variables serían: la región geográfica de residencia, el sexo, la edad, el hecho de ser fumador o no, la presión arterial y, ahora sí, valores plasmáticos del colesterol total, el colesterol HDL y el colesterol LDL.

Si quieres estar a la última en cuanto a herramientas fiables para calcular el riesgo vascular en virtud de todas estas cuestiones te sugiero acceder a las herramientas que nos aporta la Sociedad Europea de Cardiología.

Ahora bien, aunque relativamente sencilla de manejar, esta herramienta es ideal para su uso en consulta y se recomienda que cualquier particular consulte a profesionales sanitarios de confianza para su correcta interpretación. Puedes escoger el test que te corresponda en virtud de tus características en este enlace

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