A ver, seamos sensatos, los edulcorantes son un aditivo alimentario, siempre lo son, pero no por ello hemos de colgarle ningún sambenito.
Por tanto, y tal y como se recoge en la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, se trata de sustancias que NO se consumen como alimentos en sí mismos, ni se usan como ingredientes característicos de los alimentos, y cuya adición intencionada a los productos alimenticios tiene un propósito tecnológico en cualquiera de las fases de su elaboración.
¿Y qué propósito tiene la adición de edulcorantes?
Es bien sencillo, aportar dulzor y, al mismo tiempo, evitar o reducir el valor calórico del resultado final en comparación con el uso del azúcar (o de los “azucarantes”: miel, siropes, panela…). Es decir, se usan en sustitución del azúcar y normalmente la finalidad de así hacerlo es la de reducir el número de calorías que aportará el producto finalizado
Son decenas, cientos y miles de veces más dulces que el propio azúcar
Hay una importante cantidad de edulcorantes, todos, absolutamente todos, con su correspondiente número “E” cuando se relatan en la lista de ingredientes de un producto o se venden como edulcorantes de mesa. Estos son los que están autorizados:
Acesulfamo potásico E950, Aspartamo E951, Ciclamato E952, SacarinaE954, Taumatina E957, Neohesperidina E959, Neotame E961, Sucralosa E955, Glocósidos de esteviol, E960, Tagatosa E962, y los polialcoholes, Sorbitol E420, Manitol E421, Isomalt E953, Maltitol E965, Lactitol E966, Xylitol E967 y Eritritol E968.
Que cada edulcorante tenga asociado un numero “E” es una garantía, ya que nos asegura que las autoridades sanitarias, en este caso la EFSA, ha estudiado sus características y, entre ellas, su seguridad.
En cuanto a las características, resulta especialmente interesante el saber cuánto dulces son los edulcorantes. Sin tratar de hacer una minuciosa descripción de todos ellos baste saber que, por ejemplo:
- El dulzor relativo de la Sacarina –una medida utilizada para medir la capacidad endulzante de una sustancia comparada con la sacarosa o azúcar de mesa– es de 300 a 500 veces más dulce que esta
- El del Ciclamato de 30 a 50 veces mayor
- El del Acesulfamo potásico al igual que el del aspartamo unas 200 veces mayor
- El de la Sucralosa unas 600 veces mayor
- El de los Glucósidos de esteviol unas 200 a 300 veces mayor y,
- El de la Taumatina, pásmate, alcanza un poder edulcorante de hasta 3.000 veces el de la sacarosa.
Con estas características es fácil entender que es necesaria añadir muy poca cantidad de estas sustancias para obtener un potente efecto.
Que la naturalidad no te confunda al respecto de su seguridad
Todos los edulcorantes son seguros en el marco que las autoridades sanitarias han previsto que se usen. Para ello han establecido lo que se conocen como “IDA’s”, o Ingestas Diarias Admisibles, que son muy variables dependiendo del edulcorante que se trate.
Y es posible que te llame la atención conocer algunas de estas IDA’s, máxime cuando se ponen en relación con la imagen que tienen los edulcorantes entre la población general. Por ejemplo:
- La IDA del Aspartamo de 40 mg por kg de peso corporal (para una persona de 70 kg es los mismo que un máximo de 2800 mg de Aspartamo/día)
- La IDA del Acesulfamo potásico de 15 mg por kg de peso corporal (para una persona de 70 kg es los mismo que un máximo de 105 mg de Acesulfamo potásico /día)
- La IDA de la Sacarina de 5 mg por kg de peso corporal (para una persona de 70 kg es los mismo que un máximo de 350 mg de Sacarina/día)
- La IDA del Ciclamato es de 7 mg por kg de peso corporal (para una persona de 70 kg es los mismo que un máximo de 490 mg de ciclamato/día)
- La IDA de los Glucósidos de esteviol, de 4 mg por kg de peso corporal (para una persona de 70 kg es los mismo que un máximo de 280 mg de Glucósidos de esteviol/día)
Como puedes comprobar, resulta que el absurdamente temido Asparatamo (entre otros) tiene la mayor de las Ingestas Máximas Admisibles descritas y ¡oh sorpresa! la “maravillosa” y “natural” Estevia (que en realidad se llaman Glucósidos de esteviol, la IDA más pequeña.
Y que su seguridad no te confunda al respecto de su beneficio
Seamos claros, el uso de edulcorantes se asocia al consumo de alimentos ultraprocesados. De hecho, si un producto usa edulcorantes, esta misma característica ya es suficiente para ponerlo en la casilla de los ultraprocesados.
Te lo diré de otra forma. El consumo de azúcar es tan seguro en lo que respecta a su seguridad alimentaria, como puede serlo el de los edulcorantes. Pero eso no convierte a los alimentos que lleven azúcar añadido, o edulcorantes, en saludables. Más bien al contrario.
Además, y en relación a la evitación de las calorías, es cierto que se consiguen importantes reducciones, pero eso no quita que los edulcorantes carezcan de efectos en relación a las enfermedades no transmisibles. Aunque sigue siendo motivo de debate científico, el efecto sobre el metabolismo de estas sustancias parece que no es inocuo. Tienes dos interesantes post en este y este otro enlace).
Por último, si quieres ampliar tu perspectiva sobre este inagotable tema, puedes consultar este artículo escrito para El Comidista.