En una época en la que cada vez cocinamos menos -lo cual es un problema- cualquier cosa que nos invite a hacerlo será bienvenida, pero que el nombre en inglés no te distraiga, al final, hay que cocinar y eso es bueno.
Puedes decir que cocinas de golpe un montón de platos, que lo haces por tandas o, si quieres, que cocinas “por lotes”, que es la traducción literal de la popularmente conocida estrategia del batch cooking que, en mayor o menor medida, es un término que se ha puesto de moda. En este artículo veremos en qué consiste, qué necesitas y por qué, llegado el caso, es una buena estrategia… aunque obliga a tener una cierta logística y, por qué no decirlo, también tiene algunos inconvenientes. No obstante, si lo asumes racionalmente, el resultado final es netamente positivo.
El factor tiempo es la clave
En generaciones pasadas, lo que se comía en casa en el día a día se preparaba y cocinaba al momento e in situ, es decir en el propio hogar. Aquella realidad de décadas atrás ha ido evolucionando en los últimos años hacia un modelo en el que cada vez se cocina menos en casa, influido, en parte, porque se carecen de suficientes recursos culinarios. Además, las exigentes jornadas laborales, y una oferta alimentaria, que cada vez con mayor frecuencia, ofrece “soluciones” para realizar las necesarias comidas diarias, incide en que cada vez cocinemos menos en casa. En este contexto, tanto el take away (comida para llevar) como el delivery (comida que encargamos para que nos la traigan hasta casa) han irrumpido con fuerza.
Cuando se cocina en casa la dieta suele ser mejor
El escenario actualmente descrito puede ser relativamente novedoso en nuestro entorno, pero lleva décadas implantado en países cuya dieta está más occidentalizada, típicamente, en Estados Unidos. Así, y respaldados por la literatura científica, tenemos argumentos para sostener que en aquellos hogares en los que sí se cocina, el patrón dietético que siguen es más saludable que en aquellos que, o bien no comen tanto en casa o que cuando lo hacen, recurren a otras soluciones distintas de la de cocinar. Lo conté en este post años atrás y el paso del tiempo no ha hecho sino ratificar aquellos hallazgos.
Pero el problema sigue siendo el mismo. Aunque si quieres hay soluciones
Sí, el hecho de saber que preparar y cocinar en casa lo que comemos se asocia con mejores patrones dietéticos, no implica que adquiramos los conocimientos suficientes como para lanzarnos a cocinar. Y mucho menos que el tiempo necesario aparezca por arte de magia.
Ten en cuenta que esto de cocinar, como muchos otros aspectos, resulta ser una cuestión de prioridades. Es decir, priorizar los buenos hábitos que nos conducen a una mejor salud, sabiendo que, cuanto más practiquemos, más rentable será el tiempo que invirtamos. Ante esta situación, muchas personas, quizá impulsadas por el empuje o el incentivo relativo a las modas “en inglés”, se han lanzado al batch cooking ya definido. Y hacen bien. Sabedores de que en el día a día tienen complicado tanto el ir a la compra como el cocinar lo que van a comer, dedican un tiempo de su semana, normalmente alguno de los días de descanso, para cocinar y conservar buena parte de aquello que van a necesitar para los días siguientes.
Claves para cocinar por tandas de forma eficiente
Pareciera esta una cuestión de Perogrullo pero hay que decirlas todas:
- Adquiere unos recursos mínimos de cocina para saber en qué consiste un estofado, un guiso, una preparación al horno, un salteado, una cocción en agua, etcétera. Pide a aquellas personas de tu entorno que saben cocinar que te instruyan. Apuesto a que lo harán encantados.
- Sé consciente de que la práctica (cuanto más cocines) es el camino de la excelencia y te costará menos tiempo y tendrás mejores resultados en tus recetas.
- Has de tener una buena despensa, basada en productos frescos para cocinar menús y opciones saludables. Desde verduras y hortalizas a legumbres, pastas, arroces, carnes, pescado y huevos. Centralizar la compra de todos estos productos también ayuda a ahorrar tiempo.
- A poco que sepas cocinar, reconocerás la importancia de las especias, hierbas aromáticas y otros ingredientes que han de adornar siempre tu cocina.
- Tras la elaboración, las cuestiones relativas a la seguridad alimentaria son esenciales. Tienes que saber qué productos has de congelar y cuáles otros puedes conservar, menos tiempo, en la nevera. Tienes algunas claves en este y este otro post.
- Otra clave, y un aliciente no menos importante que los anteriores, es que si cocinamos en casa y tenemos hijos, estaremos dando un necesario ejemplo para transmitir esa cultura culinaria que, al menos en los hogares, estamos perdiendo a pasos de gigante.
Advertencias sobre el batch cooking
A pesar de que suene muy bien, cocinar de golpe muchas recetas para conservar e ir administrándolas en los días sucesivos tiene algunos matices que hay que tener en cuenta:
- Hay algunas preparaciones que sin dejar de ser aptas por el hecho de cocinarlas con anticipación, tampoco son las ideales. Por ejemplo: el resultado de platos y recetas a la plancha no ganan puntos precisamente en el momento que no se consumen inmediatamente tras su preparación. Esto le ocurre también a algunos fritos y rebozados, cuya masa o recubrimiento termina perdiendo cualidades sensoriales si los guardamos en el frigorífico, y no digamos en el congelador.
- Si tu logística te lo permite (me refiero a que lo vas a tener que conservar posteriormente de forma adecuada), recuerda que el tiempo que requiere hacer unas lentejas es prácticamente el mismo si decides hacer una ración o cuatro raciones. Así que, en tu estrategia de batch cooking, la que implica aprovechar el tiempo, plantéate “exprimirlo” más aún que aprovecharlo.
- Ten en cuenta, además, que si bien en algunas ocasiones, ciertas recetas, requieren de un tiempo de manipulación considerable, en muchas otras (potajes, asados, guisos, estofados, cocciones) hay un ciertamente escaso tiempo de manipulación, aunque su cocinado implique más, o mucho más, tiempo. Y ese tiempo, sin dejar de estar atento a lo que se cocina, lo puedes dedicar a muchas otras cosas, desde ver tu serie favorita a ayudar a los hijos con sus deberes, hacer ejercicio en casa o, directamente, a trabajar si es el caso.