Reconócelo, los ojos te hacen chiribitas cada vez que descubres una “dieta” nueva. Sobre todo, si tiene un nombre críptico y sugerente en forma de acrónimo. Y esto es, en buena medida, lo que ha sucedido con la dieta baja en FODMAP.
Así, y antes de avanzar sobre el verdadero significado de este planteamiento dietético relativamente novedoso es preciso decir lo que no es o, lo que es lo mismo, lo que no poca gente se ha creído que es y está equivocada:
- De entrada, no es “foodmap” que, como se le pone la palabra “dieta” delante, bastantes personas, entre ellos algunos influencers sobrevenidos piensan que la nomenclatura va de alimentos (de ahí lo de “food”) y de guía o ruta (y de ahí lo de “map”)
- Tampoco es una dieta de adelgazamiento. Para nada. No está planteada, por tanto, para promover la salud de modo general y con ello reducir el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedad cardiovascular o cualquier otra enfermedad no transmisible.
- No es una dieta FODMAP, son dietas BAJA o LIBRE de FODMAP. El matiz es importante ya que se trata de una dieta de exclusión. Y cada paciente lleva la suya particular después de un arduo e intenso trabajo de investigación sobre él mismo.
¿Qué es, entonces la dieta baja (o libre) de FODMAP?
El acrónimo FODMAD tiene unos, relativamente, pocos años.
Creado en el año 2004 por científicos de la Universidad de Monash, tal y como se relata en este artículo al respecto de su historia, el término describe a un grupo concreto de hidratos de carbono de cadena corta que tienen una característica común: presentes en los alimentos de uso común son fermentables.
Así, el acrónimo procede, por sus siglas en inglés de (F)ermentable, (O)ligosaccharides, (D)isaccharides and (M)onosaccharides and (P)olyols. En cristiano, aunque es fácil de entender, oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polialcoholes fermentables.
El caso es que se ha planteado que en algunas personas, en especial en ciertos pacientes aquejados del conocido como Síndrome de Intestino Irritable (en adelante SII), la limitación o evitación total de estos componentes podrían aliviar la sintomatología de su enfermedad.
Es una estrategia dietética basada en la prueba y error (o prueba y acierto)
El SII es una entidad patológica dentro de las conocidas como Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) que se concretan, además del SSI, en las conocidas como Colitis Ulcerosa (CU) y Enfermedad de Crohn (EC).
A diferencia de estas dos últimas (la CU y la EC) que tienen criterios diagnósticos bien establecidos, el dictamen de SII tiene unas características más difusas ya que en dichos pacientes no se encuentran anomalías en las exploraciones objetivas.
En estas circunstancias el diagnóstico del SII se realiza en base a una cierta sintomatología y por descarte de otras dolencias bien definidas.
Al mismo tiempo, muchos pacientes con SII se sienten desamparados con respecto al tratamiento de su enfermedad a pesar de haberse propuesto un cierto arsenal farmacológico que, en general, suele tener un éxito moderado.
En este contexto, la dieta libre o baja en FODMAP consiste en controlar los síntomas asociados con el SII. El postulado general de esta estrategia consiste en limitar (o evitar) la ingesta de alimentos con un alto contenido en hidratos de carbono de cadena corta.
En estos pacientes, dichos carbohidratos serían mal absorbidos en el intestino delgado y alcanzarían el intestino grueso donde serían rápidamente fermentados por la flora intestinal. De esta forma, la producción de gas por dichas bacterias contribuiría de forma importante a la aparición de los síntomas típicos en algunos pacientes con SII.
Así funciona (cuando funciona) y se aplica de forma correcta
Si por tus circunstancias personales (porque cuentas con un diagnóstico cierto de SII) crees que eres el candidato para seguir una dieta baja o libre de FODMAP has de tener en cuenta algunas cosas importantes:
- Internet suele ser, en estos casos, una pésima fuente de información para seguir una estrategia terapéutica en este sentido. Son infinidad las páginas que ofrecen información desactualizada y sinsentido sobre la dieta baja en FODMAP
- Ponte en manos de un buen profesional de la nutrición y dietética y, esto es importante, que esté especializado en la aplicación de este tipo de protocolos. El proceso que lleva a la determinación de qué componentes presentes en los alimentos pueden desencadenar la sintomatología en cada paciente es, no te lo voy a negar, largo y duro. Y además no siempre es exitoso. Normalmente consta de 3 fases bien definidas:
- La primera fase consiste en la exclusión estricta de todos los alimentos susceptibles de contener una cantidad significativa de FODMAPs. Suele durar de 4 a 8 semanas y en ese periodo, si la estrategia dietética funciona, ha de quedar patente una mejoría significativa en los síntomas del paciente.
- En la segunda fase (si ha habido mejoría, si no la dieta baja en FODMAP queda ya descartada) se incorporarán uno a uno alimentos anteriormente excluidos observando, de nuevo cercanamente, la sintomatología. De este modo se identifican los FODMAP que están implicados en la sintomatología de cada paciente. Esta fase puede durar hasta medio año.
- En la tercera fase tras haber identificado qué alimentos sí y qué alimentos no despiertan la sintomatología en cada paciente se propondrá un patrón dietético “de seguimiento”.
Tienes una información más detallada sobre la dieta baja o libre de FODMAP en este enlace.